PRESENTACION

PRESENTACION
La maravilla del pórtico

viernes, 13 de agosto de 2010

La excursión a Villacázar de Sirga




OTRA NOTICIA CURIOSA SOBRE VILLASIRGA


La gente demandaba salir, hacer una excursión; y fue Tori el que propuso éste destino. El conocía y era amigo personal del dueño del Mesón donde comeríamos y podía ser una buena idea combinar lo gastronómico con lo cultural. Al fin y al cabo es lo que hacemos siempre.


En la cerealista comarca de Tierra de Campos, entre Frómista y Carrión de los Condes, se halla la que antiguamente se conocía como población de Villasirga, y así aparece nombrada en un documento del siglo XI que la incluye en el alfoz de la vecina Carrión, o dos siglos más tarde en las Cantigas de Alfonso X. A pesar de no ser mucha la documentación conservada de la localidad, sabemos que a principios del siglo XIV se trataba de una de las encomiendas de los templarios, pero la desaparición de éstos en 1312 facilitó la llegada y el protagonismo en la zona de la Orden Militar de Santiago.
Villalcázar de Sirga no estuvo desde sus orígenes en el camino de peregrinación que se dirigía a Compostela, ya que desde Frómista a Carrión se pasaba, en un principio, por la cercana villa de Arconada, pues existía allí un importante hospital fundado por el conde Gómez Díaz en 1047. Tiempo después, la ruta se modificó y la imagen de la Virgen Blanca convirtió a la localidad en uno de los centros marianos más importantes del Camino.
Destaca por su monumentalidad y riqueza la iglesia de Santa María, aunque en la población durante el medievo se levantaban también los templos de San Pedro y San Cebrián. Al encontrarse en la ruta jacobea no podía faltar la existencia de varios hospitales; de entre ellos, era bien conocido el perteneciente a la Orden de Santiago, ubicado en la villa desde 1527, cuyo escudo aún hoy se conserva exornando su entrada.

La Iglesia de Santa Maria :

Sin duda nos hallamos ante uno de los templos más interesantes del arte gótico en España. El edificio que hoy contemplamos se erigió entre los siglos XIII y XIV.
Se trata de una gran construcción realizada en piedra y cubierta con bóvedas de crucería en su totalidad. Consta de tres naves de cuatro tramos, gran transepto marcado en planta, y cabecera de cinco ábsides: de testero recto e igual profundidad los tres centrales, y poligonales y algo más pequeños los extremos. A pesar de sus grandes dimensiones, el proyecto inicial era aún mayor, como se evidencia en los pies de la iglesia, donde observamos cómo su fábrica se interrumpe tras el hundimiento del inicio de las naves en 1888. Tal suceso produjo la pérdida de la fachada principal, conocida en tiempos con el nombre de la Puerta del Ángel; parte de sus esculturas se recolocaron en el propio edificio.Bajo un gran pórtico construido en el lado meridional de la iglesia, y también caído parcialmente, se encuentran dos puertas de acceso al templo; destaca la que da paso a las naves. Ésta, levantada en el siglo XIII, cuenta con cinco arquivoltas apuntadas ricamente decoradas con ángeles y personajes. Sobre ella, un gran friso, de similar cronología, se dispone en dos registros: presenta en el superior un Pantocrátor (Cristo en actitud de bendecir, rodeado por el Tetramorfos, o símbolos de los cuatro evangelistas) rodeado por un apostolado, y en el inferior, una Epifanía (Virgen con el Niño, entre san José y los tres Reyes Magos) junto a la Anunciación.

Son muchas las obras de arte atesoradas en su interior, pero sobre todas ellas destacan por su incalculable valor el gran retablo hispanoflamenco del siglo XV, situado en la capilla mayor, y los magníficos ejemplos escultóricos policromados del siglo XIII: los sepulcros del infante don Felipe y de su mujer doña Leonor de Castro y la imagen de la Virgen Blanca, a la que canta el rey Alfonso X el Sabio en sus Cantigas.

A pesar de su esplendor pasado, el declinar de esta villa comienza en el siglo XVIII. Sin embargo, tal vez gracias a que se encuentra en el Camino de Santiago, recientemente ha experimentado un notable auge.


Es irremediable. No se puede hablar de Villalcázar de Sirga, o Villasirga, como se prefiera, sin mencionar al Camino de Santiago y a Pablo Payo ‘El Mesonero’, el mejor embajador que ha tenido la localidad. Nacido en 1919 en el seno de una familia de labradores, su infancia y juventud transcurren en la localidad terracampina según los parámetros económicos y sociales de la época. Años más tarde decide casarse con Dominga Ortega y se traslada a vivir a Carrión, donde inicia sus primeros pinitos en la hostelería, al poner en marcha en 1948 la fonda ‘Pisarrosas’. En 1965, coincidiendo con la celebración del año santo jacobeo, la Diputación de Palencia adquiere en Villasirga un antiguo pósito del siglo XVII y lo rehabilita como mesón, con el objetivo de mantenerlo abierto al público solo los meses del verano. «La idea era concedérselo después a un relevante empresario hostelero de la capital palentina, pero no fue así. El edificio pasó a ser del Ayuntamiento y mi padre se encargó de la cocina del mesón de Villasirga. Así comenzó todo», comenta Javier Payo, hijo menor de Pablo Payo. Por aquel entonces, la hostelería era nula en el medio rural y el Camino de Santiago no dejaba de ser una vía espiritual, más que una ruta turística, como la conocemos hoy. Sin embargo, Pablo Payo luchó contra esta idea y fue el primero en unir la gastronomía a la ruta de peregrinaje. Era consciente de que el olor de las sopas albadas, de la morcilla y del tradicional lechazo atraerían al peregrino cansado de andar, ávido de un reposo y buena mesa. El camino estaba de racha y el negocio, viento en popa. La afluencia de viajeros no era la misma en Carrión. El desvío de la carretera N-120 había provocado un descenso de clientes en la fonda Pisarrosas, que finalmente cerró sus puertas en la década de los años ochenta. Payo afianzó así su apuesta por el medio rural, abriendo otro mesón en Villasirga: Los Templarios. No dudó en quedarse en el Camino, en recibir con aquel atuendo medieval y aquel saludo hospitalario al peregrino, abriéndole las puertas de su casa en un gesto de sencillez y humildad.
Actores, políticos, periodistas y famosos han pasado por el mesón.
El trato correcto, amable y cercano con el que Pablo Payo recibía a los peregrinos y clientes era la mejor carta de presentación de su negocio. Era la garantía para seguir atrayendo a visitantes y comensales. El boca a boca publicitaba mucho, pero había que hacer algo más. Por eso, emprendió una labor de promoción, dándose a conocer en la Feria del Campo en Madrid, en el V Centenario de las bodas de los Reyes Católicos y en otros eventos.La inversión económica no era en balde. El sacrificio y la dedicación de toda una familia tampoco eran gratuitos. El empresario recibía numerosos premios y medallas en reconocimiento a su trabajo y, lo que era más relevante, su mesón de Villasirga acogía a actores internacionales, como Shirley MacLaine o Anthony Queen; políticos de uno y otro bando, como Alfonso Guerra o Mayor Oreja; periodistas, como Carlos Herrera, o incluso al propio Rey Don Juan Carlos. Pablo Payo había conseguido aunar en el mismo punto del Camino a un gran elenco de personajes relevantes. Se había convertido en el protagonista indiscutible y había logrado con méritos propios recibir en 1990 el título de Mesonero Mayor del Camino de Santiago, otorgado por la Federación de Asociaciones del Camino de Santiago. Su excelente gusto, su saber hacer y su saber estar le habían granjeado un hueco de prestigio en la cocina de la región. Posteriormente, en el 2005, dos años después de su muerte, le han valido para contar con un monumento delante de su mesón. Sus cuatro hijos, José María, Pablo, Dolores y Javier, están ahora al frente de los dos mesones, continuando con la labor de su padre, con las comidas a la antigua usanza y luciendo orgullosos el sinfín de fotografías, recuerdos y agradecimientos que peregrinos de todo el mundo enviaron a su padre, Pablo Payo ‘El Mesonero Mayor del Camino de Santiago’. [El Norte de Castilla26/05/2006]

La verdad, como podeís comprobar en las fotografías, nuestra excursión no tuvo nada que ver con el esfuerzo de los peregrinos en el Camino de Santiago. Lo pasamos fenómeno...¡para repetir, vamos!

ENLACE: http://ambasaguasdecurueno.blogspot.com/2007/10/la-excursin-villalczar-de-sirga.html

Parece que todo se lleva mejor si hay de por medio unas buenas viandas....

No hay comentarios:

Publicar un comentario