PRESENTACION

PRESENTACION
La maravilla del pórtico

miércoles, 1 de septiembre de 2010

SEPULCRO DE DOÑA LEONOR RUIZ DE CASTRO



NUEVA INVESTIGACIÓN SOBRE ESTE SEPULCRO:

INVESTIGACIÓN MUSEOLÓGICA ACERCA DE LOS FRAGMENTOS DE TEJIDO PERTENECIENTES A LA CAPA DEL INFANTE DON FELIPE (S. XIII)
ROSA MARÍA DE LOS SANTOS RODRÍGUEZ, COVADONGA SUÁREZ SMITH
Conservación y Restauración de Tejidos Antiguos S.L. (C.K T.A.)

Hay que aclarar un error de catalogación generalizado en todos los centros, y es que la mujer del Infante que está enterrada en Villalcázar de Sirga no es doña Leonor sino doña Inés ya que «tras su primer matrimonio con la princesa Cristina de Noruega, enterrada en Covarrubias (Burgos), se casó con doña Inés. La identificación de esta señora la hizo Faustino Menéndez Pidal a partir de los escudos del sepulcro de Villalcazar de Sirga, que no corresponden a los de doña Leonor Ruiz de Castro, como erróneamente se ha venido repitiendo. La clave la encontró en un texto muy escueto que publicaba Antonio Ballesteros en su libro Alfonso X el Sabio, en el que doña Leonor pide dispensa al papa Clemente IV, y le es otorgada, para casarse con el infante don Felipe igual que antes lo hiciera Inés, su esposa, por estar vinculados en tercer y cuarto grado de consanguinidad. Mientras que los escudos, ajedrezado y panelas corresponden a las familias Girón Cisneros y Guevara Mendoza a cuyos linajes pertenecería doña Inés. De ahí que la tercera esposa del infante sea doña Leonor Ruiz de Castro, que fue enterrada en el monasterio de San Felices de Amaya próximo a Burgos, según pedía ella en su testamento.»

' Texto de la conferencia, inédita de Cristina Partearroyo, «Indumentaria del infante Don Felipe y de su esposa Doña Inés procedente de los sepulcros de Villalcazar de Sirga», del día 10 de marzo de 1994 en el Museo Arqueológico Nacional.

Matrimonios y descendencia del infante Felipe de Castilla



Esta información esta tomada de: http://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_de_Castilla



El infante Felipe de Castilla contrajo matrimonio por primera vez en 1258, con la princesa Cristina de Noruega, hija del rey Haakon IV de Noruega, aunque la princesa falleció en la ciudad deSevilla en 1262, sin haber dejado descendencia, y fue sepultada en la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias, de la que fue abad el infante Felipe antes de renunciar a sus cargos eclesiásticos.
Viudo de su primera esposa, el infante Felipe contrajo un segundo matrimonio con Inés Rodríguez Girón, hija de Rodrigo González Girón, señor de Frechilla, Cisneros y Autillo de Campos, y mayordomo mayor de Fernando III el Santo, y de su segunda esposa, Teresa López de Haro. Su segunda esposa falleció en 1265 y fue sepultada en la Iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga,
El infante Felipe de Castilla contrajo un tercer matrimonio con Leonor Rodríguez de Castro, hija de Rodrigo Ponce de Castro, señor de Cigales, Mucientes y Santa Olalla, y de su esposa, Leonor González de Lara. Fruto del tercer matrimonio del infante Felipe nació un hijo:
Felipe de Castilla y Rodríguez de Castro. Falleció en la infancia, siendo sepultado en el Convento de San Felices de Amaya, situado en la provincia de Burgos, actualmente en estado ruinoso, perteneciente a la Orden de Calatrava, y en el que también recibió sepultura su madre.
El genealogista e historiador José Pellicer de Ossau dejó constancia en su obra de la existencia de otra hija nacida de la unión del infante Felipe con su tercera esposa, aunque Luis de Salazar y Castro desmiente dicha filiación:
Beatriz de Castilla y Rodríguez de Castro († 1340). Blanca de Portugal y Castilla, hija de Alfonso III de Portugal y nieta de Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León, le legó en su testamento la suma de dos mil maravedíes. Contrajo matrimonio con Diego Pérez Sarmiento.
Fruto de diversas relaciones extramatrimoniales, el infante Felipe tuvo varios hijos con mujeres de las que se desconoce el nombre:
Fernando Alfonso
Alfonso Fernández (¿1263?-1284). Desempeñó durante un tiempo el cargo de Mayordomo mayor de su tío, Alfonso X el Sabio.
Beatriz Fernández, monja en el Monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas en Burgos. En julio de 1290, la abadesa de dicho monasterio le otorgó licencia, permitiéndole disponer de su patrimonio según su criterio. En enero de 1295, retornó la aldea San Cristobal del Monte con todos sus heredamientos, pechos, y derechos, al consejo de Belorado, a cuya jurisdicción había pertenecido hasta que el rey Sancho IV de Castilla la segregó de su término para donársela en el año 1288.

viernes, 27 de agosto de 2010

UNA BUENA PÁGINA DE DE INTERNET SOBRE VILLASIRGA



Si queréis ver una bonita página con muy buenas fotografías e información, seguid este enlace: http://www.paradoxplace.com/Photo%20Pages/Spain/Camino_de_Santiago/Leon_to_Burgos/Villasirga/Villasirga.htm

Está en inglés pero se puede traducir automáticamente.

jueves, 26 de agosto de 2010

martes, 24 de agosto de 2010

LA PRINCESA CRISTINA DE NORUEGA





Covarrubias y la Princesa Triste

MarÍa Herrero

La primera vez que fuimos a Covarrubias íbamos atraídos por su esplendida colegiata, por su arquitectura tradicional y por lo bien que se come.
El, entonces, abad de la Colegiata era una persona muy simpática y ávida de mostrar las riquezas de su iglesia a los no muy numerosos visitantes. Nos explicó con todo detalle que la Colegiata de San Cosme y San Damián se construyó a finales del siglo XV sobre otra románica. Nos llevó al museo para mostrarnos la joya más preciada que allí se conserva, el Tríptico de los Reyes Magos atribuido a Gil de Siloé. Nos acompañó por el claustro donde se conservan varias tumbas rescatadas de la iglesia anterior, entre ellas las del Conde Fernán González y su esposa Dña. Sancha.
Y de pronto nos encontramos ante un sepulcro en el que hay depositadas flores frescas y las banderas de Noruega y España entrelazadas. ¿Que personaje yace en esta tumba del siglo XIII a quien alguien, todavía, trae flores? El buen abad nos explica que se trata de la princesa Cristina de Noruega que allá por el 1257 fue prometida al Infante D. Felipe de Castilla, hermano del rey Alfonso X el Sabio y que la leyenda quiere que después de más de un año de viaje, cuando la princesa por fin llega a Castilla se encuentra con que D. Felipe, cansado de esperar, ya se había desposado y que abandonada y solitaria en la Corte de Castilla, muere de tristeza al poco tiempo.
Durante unas obras se abrió el sepulcro y por los documentos se identificó a la princesa.
La noticia causó sensación en Noruega y desde entonces son numerosos los noruegos que se dejan caer por Covarrubias y dejan unas flores en la tumba de su princesa.
El curioso relato despierta mi interés y rebusco por los libros de historia. ¿Quien era esta princesa noruega de destino tan sombrío? ¿Tan desalmado era D. Felipe para no cumplir la palabra dada? …. Y la leyenda que nos contara el buen abad se fue deshaciendo poco a poco…
Cristina había nacido en Bergen y era hija del rey Haakon IV de Noruega. Alfonso X el Sabio necesitaba alianzas para sus pretensiones de ser coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y en 1257 solicitó la mano de Cristina para uno de sus hermanos. La princesa, acompañada de un gran séquito cruzó toda Europa siendo agasajada en todas las cortes Europeas. Las crónicas dicen que era muy bella y que incluso Jaime I el Conquistador además de agasajarla, le propuso matrimonio. La princesa llegó a Castilla y de, entre los hermanos del rey, prefirió a Felipe. El matrimonio se celebró y la pareja se instaló en Sevilla. Quizá el calor de Sevilla, quizá el carácter intrigante de su esposo, hicieron enfermar a Cristina que murió solo cuatro años después, a la edad de 28 años y sin tener descendencia. ¿O quizá murió de tristeza añorando los verdes fiordos noruegos? Su esposo la hizo enterrar en la Colegiata de Covarrubias de donde había sido abad.

D. Felipe había sido destinado a la Iglesia y además de abad de San Cosme y San Damián llegó a ser obispo electo de Sevilla. Su vocación no debía de ser grande ya que renunció a la carrera eclesiástica y casó con la princesa noruega. En los doce años que sobrevivió a Cristina se casó otras dos veces, tuvo dos hijos legítimos y varios naturales, además de encabezar una sublevación contra su hermano junto a los famosos infantes de Lara.
Años después volvimos a Covarrubias suponiendo que los datos históricos habrían ido venciendo la leyenda. Pero no era sí. La leyenda había ido acrecentándose. Frente a la colegiata había, ahora, una elegante estatua de la princesa regalada por una ciudad noruega. Su sencilla tumba estaba llena de flores. Cristina de Noruega, la princesa que vino del frió se había convertido en una celebridad y Covarrubias en visita casi obligada para los noruegos que pasaban por Castilla.

Decidimos ir en pos del marido. Descubrimos que primero había sido enterrado en Villadiego, tierra de nuestros abuelos y después le habían trasladado a la templaría villa de Villàlcazar de Sirga, o Villasirga a secas, un pueblecito de 200 habitantes situado entre Frómista y Carrión de los Condes. Aunque no encontráramos a D. Felipe, San Martín de Frómista y la iglesia románica de Carrión nunca defraudan. En la inmensa llanura de Tierra de Campos pronto divisamos a los lejos un pequeño pueblo dominado por una enorme iglesia: Santa Maria la Blanca que los templarios habían convertido en una importante etapa del Camino de Santiago con el culto a la Virgen de Jessé.
La iglesia que tiene algo de fortaleza, es en su interior de esbeltas proporciones con elegantes bóvedas de crucería y un valiosísimo retablo mayor. Y, efectivamente, en el interior de esta iglesia luminosa y bella encontramos, por fin a D. Felipe, que reposa en paz junto a su segunda esposa Dña. Leonor de la familia de los Pimentel. Los sepulcros constituyen otra sorpresa: aún conservan su policromía y nos permite ver el colorido de los ropajes y la riqueza de sus detalles. El sepulcro de D. Felipe es infinitamente más suntuoso y trabajado que el de su primera esposa. Pero en esta tumba no hay flores frescas.
Al salir de Santa Maria había que pensar en comer y nos encaminamos al vecino mesón. Allí nos esperaba D. Pablo, el mesonero, que no sabe mucho de princesas tristes ni de caballeros rebeldes pero que prepara el mejor lechazo churro del mundo. En su mesón a la antigua te coloca un babero del tamaño de un delantal y te sienta en una enorme mesa donde pronto empiezan a llegar los aperitivos de chorizos y morcillas que revivirían al mismísimo D. Felipe de Castilla.

María Herrero es guía de turismo.

martes, 17 de agosto de 2010

TIERRAS DE PALENCIA 2



Sigo encontrando Fotos maravillosas de Villasirga
Si queréis verlas podéis seguir este enlace:
www.picasaweb.google.com/maciuss2002
y buscar el álbum: TIERRAS DE PALENCIA 2. Suerte.

lunes, 16 de agosto de 2010

PUEBLOS DE ESPAÑA: Villalcazar de sirga



Otro sitio con muchas y preciosas imágenes de Villasirga.
Para serla copiar este enlace: http://www.pueblos-espana.org/fotografia-buscador.phtml

viernes, 13 de agosto de 2010

La excursión a Villacázar de Sirga




OTRA NOTICIA CURIOSA SOBRE VILLASIRGA


La gente demandaba salir, hacer una excursión; y fue Tori el que propuso éste destino. El conocía y era amigo personal del dueño del Mesón donde comeríamos y podía ser una buena idea combinar lo gastronómico con lo cultural. Al fin y al cabo es lo que hacemos siempre.


En la cerealista comarca de Tierra de Campos, entre Frómista y Carrión de los Condes, se halla la que antiguamente se conocía como población de Villasirga, y así aparece nombrada en un documento del siglo XI que la incluye en el alfoz de la vecina Carrión, o dos siglos más tarde en las Cantigas de Alfonso X. A pesar de no ser mucha la documentación conservada de la localidad, sabemos que a principios del siglo XIV se trataba de una de las encomiendas de los templarios, pero la desaparición de éstos en 1312 facilitó la llegada y el protagonismo en la zona de la Orden Militar de Santiago.
Villalcázar de Sirga no estuvo desde sus orígenes en el camino de peregrinación que se dirigía a Compostela, ya que desde Frómista a Carrión se pasaba, en un principio, por la cercana villa de Arconada, pues existía allí un importante hospital fundado por el conde Gómez Díaz en 1047. Tiempo después, la ruta se modificó y la imagen de la Virgen Blanca convirtió a la localidad en uno de los centros marianos más importantes del Camino.
Destaca por su monumentalidad y riqueza la iglesia de Santa María, aunque en la población durante el medievo se levantaban también los templos de San Pedro y San Cebrián. Al encontrarse en la ruta jacobea no podía faltar la existencia de varios hospitales; de entre ellos, era bien conocido el perteneciente a la Orden de Santiago, ubicado en la villa desde 1527, cuyo escudo aún hoy se conserva exornando su entrada.

La Iglesia de Santa Maria :

Sin duda nos hallamos ante uno de los templos más interesantes del arte gótico en España. El edificio que hoy contemplamos se erigió entre los siglos XIII y XIV.
Se trata de una gran construcción realizada en piedra y cubierta con bóvedas de crucería en su totalidad. Consta de tres naves de cuatro tramos, gran transepto marcado en planta, y cabecera de cinco ábsides: de testero recto e igual profundidad los tres centrales, y poligonales y algo más pequeños los extremos. A pesar de sus grandes dimensiones, el proyecto inicial era aún mayor, como se evidencia en los pies de la iglesia, donde observamos cómo su fábrica se interrumpe tras el hundimiento del inicio de las naves en 1888. Tal suceso produjo la pérdida de la fachada principal, conocida en tiempos con el nombre de la Puerta del Ángel; parte de sus esculturas se recolocaron en el propio edificio.Bajo un gran pórtico construido en el lado meridional de la iglesia, y también caído parcialmente, se encuentran dos puertas de acceso al templo; destaca la que da paso a las naves. Ésta, levantada en el siglo XIII, cuenta con cinco arquivoltas apuntadas ricamente decoradas con ángeles y personajes. Sobre ella, un gran friso, de similar cronología, se dispone en dos registros: presenta en el superior un Pantocrátor (Cristo en actitud de bendecir, rodeado por el Tetramorfos, o símbolos de los cuatro evangelistas) rodeado por un apostolado, y en el inferior, una Epifanía (Virgen con el Niño, entre san José y los tres Reyes Magos) junto a la Anunciación.

Son muchas las obras de arte atesoradas en su interior, pero sobre todas ellas destacan por su incalculable valor el gran retablo hispanoflamenco del siglo XV, situado en la capilla mayor, y los magníficos ejemplos escultóricos policromados del siglo XIII: los sepulcros del infante don Felipe y de su mujer doña Leonor de Castro y la imagen de la Virgen Blanca, a la que canta el rey Alfonso X el Sabio en sus Cantigas.

A pesar de su esplendor pasado, el declinar de esta villa comienza en el siglo XVIII. Sin embargo, tal vez gracias a que se encuentra en el Camino de Santiago, recientemente ha experimentado un notable auge.


Es irremediable. No se puede hablar de Villalcázar de Sirga, o Villasirga, como se prefiera, sin mencionar al Camino de Santiago y a Pablo Payo ‘El Mesonero’, el mejor embajador que ha tenido la localidad. Nacido en 1919 en el seno de una familia de labradores, su infancia y juventud transcurren en la localidad terracampina según los parámetros económicos y sociales de la época. Años más tarde decide casarse con Dominga Ortega y se traslada a vivir a Carrión, donde inicia sus primeros pinitos en la hostelería, al poner en marcha en 1948 la fonda ‘Pisarrosas’. En 1965, coincidiendo con la celebración del año santo jacobeo, la Diputación de Palencia adquiere en Villasirga un antiguo pósito del siglo XVII y lo rehabilita como mesón, con el objetivo de mantenerlo abierto al público solo los meses del verano. «La idea era concedérselo después a un relevante empresario hostelero de la capital palentina, pero no fue así. El edificio pasó a ser del Ayuntamiento y mi padre se encargó de la cocina del mesón de Villasirga. Así comenzó todo», comenta Javier Payo, hijo menor de Pablo Payo. Por aquel entonces, la hostelería era nula en el medio rural y el Camino de Santiago no dejaba de ser una vía espiritual, más que una ruta turística, como la conocemos hoy. Sin embargo, Pablo Payo luchó contra esta idea y fue el primero en unir la gastronomía a la ruta de peregrinaje. Era consciente de que el olor de las sopas albadas, de la morcilla y del tradicional lechazo atraerían al peregrino cansado de andar, ávido de un reposo y buena mesa. El camino estaba de racha y el negocio, viento en popa. La afluencia de viajeros no era la misma en Carrión. El desvío de la carretera N-120 había provocado un descenso de clientes en la fonda Pisarrosas, que finalmente cerró sus puertas en la década de los años ochenta. Payo afianzó así su apuesta por el medio rural, abriendo otro mesón en Villasirga: Los Templarios. No dudó en quedarse en el Camino, en recibir con aquel atuendo medieval y aquel saludo hospitalario al peregrino, abriéndole las puertas de su casa en un gesto de sencillez y humildad.
Actores, políticos, periodistas y famosos han pasado por el mesón.
El trato correcto, amable y cercano con el que Pablo Payo recibía a los peregrinos y clientes era la mejor carta de presentación de su negocio. Era la garantía para seguir atrayendo a visitantes y comensales. El boca a boca publicitaba mucho, pero había que hacer algo más. Por eso, emprendió una labor de promoción, dándose a conocer en la Feria del Campo en Madrid, en el V Centenario de las bodas de los Reyes Católicos y en otros eventos.La inversión económica no era en balde. El sacrificio y la dedicación de toda una familia tampoco eran gratuitos. El empresario recibía numerosos premios y medallas en reconocimiento a su trabajo y, lo que era más relevante, su mesón de Villasirga acogía a actores internacionales, como Shirley MacLaine o Anthony Queen; políticos de uno y otro bando, como Alfonso Guerra o Mayor Oreja; periodistas, como Carlos Herrera, o incluso al propio Rey Don Juan Carlos. Pablo Payo había conseguido aunar en el mismo punto del Camino a un gran elenco de personajes relevantes. Se había convertido en el protagonista indiscutible y había logrado con méritos propios recibir en 1990 el título de Mesonero Mayor del Camino de Santiago, otorgado por la Federación de Asociaciones del Camino de Santiago. Su excelente gusto, su saber hacer y su saber estar le habían granjeado un hueco de prestigio en la cocina de la región. Posteriormente, en el 2005, dos años después de su muerte, le han valido para contar con un monumento delante de su mesón. Sus cuatro hijos, José María, Pablo, Dolores y Javier, están ahora al frente de los dos mesones, continuando con la labor de su padre, con las comidas a la antigua usanza y luciendo orgullosos el sinfín de fotografías, recuerdos y agradecimientos que peregrinos de todo el mundo enviaron a su padre, Pablo Payo ‘El Mesonero Mayor del Camino de Santiago’. [El Norte de Castilla26/05/2006]

La verdad, como podeís comprobar en las fotografías, nuestra excursión no tuvo nada que ver con el esfuerzo de los peregrinos en el Camino de Santiago. Lo pasamos fenómeno...¡para repetir, vamos!

ENLACE: http://ambasaguasdecurueno.blogspot.com/2007/10/la-excursin-villalczar-de-sirga.html

Parece que todo se lleva mejor si hay de por medio unas buenas viandas....

jueves, 12 de agosto de 2010

C0NVENTO TRASLADADO A VALLADOLID



He encontrado esta noticia curiosa sobre Villasirga y me gustaría que alguien pudiera ampliarla.

49-Descalzas Reales
.

Esta orden, trasladada desde Villalcazar de Sirga, Palencia, a Valladolid a mediados del siglo XVI, construyó el convento que conocemos a comienzos del siglo XVII con un modelo de edificio que se dió bastante en nuestro país en estas fechas a partir de la Encarnación de Madrid. Actualmente se encuentra en uso y de manera parecida a como se hallaba a finales del siglo XVIII, conservando incluso parte de su huerta.

Así luce en la actualidad, tras el trajín de sustituir a la parroquía de San Martín en algunas de sus funciones hasta que termine la restauración de esta. Creo que tiene un serio problema con las palomas, que bombardean a los transeuntes que se arriman a su muro de la calle San Martín.
Publicado por Sr. Piqueta en 09:49

ENLACE: http://valladolid1773.blogspot.com/2007/02/49-descalzas-reales.html

miércoles, 11 de agosto de 2010

PERIPECIAS DEL CAMINO


TOMADO DEL SIGUIENTE ENLACE:
http://zufridora.blogspot.com/


A las siete de la noche, cuando todavía me faltaban 8 kilómetros me dije, bueno, ya estuvo suave, y me paré en un albergue.
Era Villalcázar de Sirga o Villasirga. Según a quién le preguntes.
Aquí aprendí que los albergues parroquiales eran mejores que los municipales en muchos aspectos. Económicos, porque son de cooperación voluntaria con el lema, pon lo que puedas y toma lo que necesites. No confesaré aquí lo poco que ponía, pero en cambio pagaba con algo de chamba colectiva.
Llegando me recibió Tom, el hospitalero voluntario que junto con Dave se tomaban muy en serio su papel de hospitaleros.
Encantadores personajes. Seguro algún día los volveré a ver.
Ese era su último día en ese albergue. Te recibían a tí, Yolanda, porque ese era tu primer día de jefa, la nueva hospitalera voluntaria del albergue de Villasirga.
Estaba tan hambriento y tan cansado que no hice caso de la recomendación de ver la procesión en Carrión de los Condes. Me costó trabajo pero seguí el plan de rutina. Estacionar bici, tomar cama. Bañarse. Acá era un sistema más cómodo: por 1 euro te daban 10 minutos de agua caliente. El agua fría era gratis.
Los 10 minutos de agua caliente me parecieron un lujo. Hubiera estado de acuerdo en que todos los albergues funcionaran con ese concepto.
Comí conejo en uno de los restaurantes vecinos. Estaba delicioso. También sopa de verdura y postre. Vino y pan. Había una niña rusa jugando con su madre que me hicieron sentir una profunda tristeza por estar lejos de mi hija.
Después de comer dí vueltas por el pueblito, que tiene una iglesia/fortaleza templaria: Santa María la Blanca.
Ahí están situadas algunas de las Cántigas de Alfonso X que pasamos en aquel programa de radio, mis queridos lenguolos. Y pues yo caminé tocando la jarana. Sin cantar ni nada.
Extrañando también el cafecito y la cerveza mexicanos.
Haciendo ruido en un lugar donde la gente no acostumbra salir a la calle, tal vez por el frío que sin embargo no me molesta con el chaleco de pola, el rompevientos y la buff café hasta las orejas como gorro.
Un niño se acercó a decirme que le gustaba mi manera de tocar.
Pobre, qué malos gustos.
En la noche hubo oportunidad de compartir un café y algunas historias con los demás peregrinos y los hospitaleros nuevos y viejos.
Antes de dormir, ya con pijama, me acercaste tu sonrisa, Yolanda. Saltaron chispas entre nosotros cuando me pediste que te dijera poemas. ¿Las sentiste? Yo jugué con la idea de quedarme a explorarte un poco más.
Por primera vez dormí de un tirón toda la noche, apenas apagaron la luz. Después, comparando las credenciales, supe que esa noche Jope y Javi durmieron en el Burgo Ranero, sólo una étapa más adelante de mí. Fue ese día, querido Javi, que te perdiste en una recta.

choro.chido del rodrigo solís 3 cotorreos
día 7


Villalcazar de Sirga – El Burgo Ranero
¡Ay, mi corazón, cuánto te quiero!
60.5 kms

Yolanda en su primer día de hospitalera hizo para el desayuno tostadas de pan con mermelada. En el desayuno dije algunos poemas en compañía de los peregrinos que ahí se habían quedado.
Tom y Dale me regalaron un pin de la bandera de Canadá y me pidieron que los visitara en el Albergue Parroquial de Foncebadón.
Señales.

DE FROMISTA A CARRION DE LOS CONDES




Os invito a curiosear otro enlace con unas fotos preciosas:
http://fotosyotrasperegrinascuriosidades.blogspot.com/2010/06/fromista-carrion-de-los-condes.html

martes, 10 de agosto de 2010

SEPULCRO DEL INFANTE DON FELIPE




Sepulcro del Infante Felipe, muerto en el 1274 y enterrado Villalcazar de Sirga. Relieve en la parte inferior del sarcófago.

EL CORRER LAS ARMAS

En la Alta y Baja Edad Media era costumbre, en España y Europa entre las casas reales y la alta y mediana nobleza un hecho singular para muchos desconocido, excepto para los medievalistas y enamorados de esta época. Se trata del ceremonial llamado el “Correr las Armas”, acontecimiento multitudinario a veces prohibido por la iglesia, consciente ella del trasfondo pagano, censuró estas celebraciones, siempre que se hiciera dentro de ella e incluso algunas veces por el poder civil. Sin embargo, la tradición se mantuvo fiel y fue a lo largo de los siglos XIV y XV, cuando alcanzó el máximo esplendor, con ligeras variaciones.

Según algunos autores este ritual arranca del hecho que ya lo practicaban los romanos, cuando fallecía el César o un miembro importante del Senado, militar o un acaudalado mercader.

El rito comenzaba con un velatorio donde estaban presenten las personas más cercanas al difunto, siendo el óbito, por cuestiones de salud pública y malos augurios, al día siguiente del fallecimiento. Los entierros que más llamaron la atención e incluso congregaban a muchas de personas, eran aquellos de personas pertenecientes a la nobleza o la realeza, cuales contaban con una ofrenda y el acompañamiento del cuerpo hasta el lugar del entierro.

Representaciones del “Correr las Armas”

Existen todavía algunas sepulturas medievales de nobles destacados en Castilla y la Corona de Aragón, como el relieve del sepulcro de Fernando de Antequera, fallecido en el 1416, en el monasterio de Poblet o el sepulcro del infante Don Felipe, muerto en el 1274, enterrado en Villalcazar de Sirga, y algunos más que han persistido hasta nuestra época nos dan una ligera idea de este ceremonial en ocasiones fastuoso y multitudinario, según la importancia del difunto. Los “Libros de Horas”, tan populares entre las capas sociales altas, también es una fuente importante de este ritual, donde se encuentran abundantes miniaturas de funerales o de cortejos fúnebres.

TOMADO DEL SIGUENTE ENLACE: http://images.google.com/imgres?imgurl=http://www.armoria.info/actualizaciones/wp-content/uploads/2010/02/correr-les-armes-infante-felipe.jpg&imgrefurl=http://www.armoria.info/actualizaciones/index.php/category/enlaces/&usg=__jjNihlXu0UGcPzOYwOGqd_pLoW8=&h=348&w=528&sz=164&hl=es&start=236&sig2=hAVZo5xwIX040K84MBXfJA&tbnid=84Z2_PwuPONEtM:&tbnh=118&tbnw=164&ei=n21hTKPrCYLi4gbKutmgCg&prev=/images%3Fq%3Dvillalcazar%2Bde%2Bsirga%26hl%3Des%26biw%3D1255%26bih%3D758%26tbs%3Disch:10,6500&itbs=1&iact=hc&vpx=822&vpy=394&dur=502&hovh=162&hovw=246&tx=116&ty=104&oei=hW1hTNCOBdT64Aas2sXgCg&esq=11&page=11&ndsp=28&ved=1t:429,r:20,s:236&biw=1255&bih=758

lunes, 9 de agosto de 2010

OTRA PAGINA INTERESANTE SOBRE VILLASIRGA



Por si resulta interesante recomiendo otra página, copiar este enlace y ver el resultado:
http://devericuetos.blogcindario.com/2009/11/00418-santa-maria-la-blanca-en-villasirga-palencia.html

viernes, 6 de agosto de 2010

Villalcázar de Sirga (A. ANDRES)


http://www.castillosdepalencia.es/vsirga/vsirga.htm

"Villasirga", como popularmente se la conoce, fue también su nombre en la Edad Media y así aparece citada varias veces en las Cantigas de Alfonso X "El Sabio". A partir de 1661 aparecen las primeras menciones escritas en las que ya se la denomina como Villalcázar de Sirga.
Situada junto al Camino de Santiago, a principios del siglo XIV figura como la única encomienda que poseen los Templarios en tierras castellanas. Debía de ser de tipo medio, dedicada a la explotación de las propiedades agropecuarias que tenía la Orden en la zona.
Tras la desaparición de la Orden del Temple en 1312, se reparten sus bienes entre otras ordenes y señoríos, concediéndose la villa a Rodrigo Rodríguez de Girón, mientras que la Orden de Santiago se hace cargo del hospital que tenían los templarios en la localidad.
En 1433 Juan II dona el lugar a su tía doña Aldonza, que estaba casada con Garci Fernández Manrique, señor de Aguilar de Campoo. En su testamento, doña Aldonza deja la villa a su segundo hijo, Gabriel, que la incorpora a su mayorazgo. Pasa años más tarde por enlaces matrimoniales a Fernando de Sotomayor.

El 10 de enero de 1521, durante la Guerra de las Comunidades, las tropas comuneras al mando del Obispo Acuña, pasan por la población camino de Frómista y Astudillo. En 1661 Felipe IV crea el título de "Conde de Villalcázar de Sirga", que es concedido a Juan de Echeverri y Rovere, Capitán General de la Armada.
La iglesia de Santa María la Blanca contó con varios elementos de carácter defensivo como las dos torres situadas al fondo del crucero mayor y dos terrazas almenadas hoy perdidas. En la fachada Norte aún se conserva una garita sobre un contrafuerte. Su construcción, de estilo gótico, se llevó a cabo en el siglo XIII. La entrada principal se abre en el Sur con dos espléndidas portadas protegidas por un pórtico.
A los pies del templo se situaba la Puerta del Angel, considerada una joya escultórica, que se vino abajo en 1888 como consecuencia de los daños producidos por el terremoto de Lisboa de 1755. Para proceder a su cerramiento la nave central perdió nueve metros de longitud.
Anexo a la iglesia se encontraba el antiguo alcázar templario que da nombre a la población. Según la descripción que del mismo hace Antonio Rubio Salán a mediados del siglo XX, en su interior se encontraba la iglesia de Santa María la Blanca, extendiéndose la fortaleza 300 metros hacia al Norte, mientras que el por el Sur rebasaba la carretera que une Frómista con Carrión, cuya construcción en 1860 se hizo entre los escombros de la fortaleza. Hasta 1910 se conservaron junto a esta carretera dos robustos cubos de piedra.

En el interior de la mencionada iglesia de Santa María, declarada Monumento Histórico Nacional en 1919, se conservan los sepulcros de piedra policromada del Infante don Felipe y su segunda esposa, doña Leonor Ruiz de Castro, de mediados del siglo XIII.
Frente al templo destaca el edificio del Ayuntamiento, antiguo palacio de los Condes de Villasirga, fechado en 1713. Se conservan restos del antiguo Hospital de Santiago, con escudo en su fachada y el Pósito, actualmente convertido en establecimiento hostelero. A un kilómetro del pueblo se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Río.

Se encuentra a 35 Kms. de Palencia. En la carretera que une Frómista con Carrión de los Condes

Los Templarios en la Ruta Jacobea

Publicado en:
http://www.elperiodicodelmotor.com/epm/articulo/el-camino-interior/1776


Con la excusa de guardar el Camino de Santiago, la orden del Temple sembró de capillas, castillos y prioratos la ruta al ‘finis terrae’. Cristianizaron una senda ya utilizada ancestralmente por muchos pueblos antiguos en busca de sus orígenes y del final mítico del mundo conocido.
El sincretismo templario se trasluce en muchas de sus reglas: “Si judío o sarraceno os invita a su mesa, comed de todo cuanto se os ofrezca y despreciad a los hipócritas que condenan la convivencia...” “Llevad la guerra con justicia y caridad, tratad de proteger al débil y de castigar al culpable. Sobre todo, no penséis en aprovechaos de la gloria ni de la debilidad de los príncipes, ni practiquéis el saqueo. Durante tiempo de paz, recordad que vuestro Dios es el mismo que el de los judíos y el de los sarracenos”.
A principios del siglo XII
Sus votos, que eran variables según el grado de iniciación, les prohibían ejercer cualquier tipo de caza, excepto la del león de quien decían: “él busca y cerca a quien quiere devorar; así pues, del mismo modo que sus garras se vuelven contra todos, vuélvanse las manos de todos contra él.”
Su primera reunión se celebró en 1118 entre las ruinas de las caballerizas del Templo de Jerusalén, de donde toman el nombre. El fundador fue Hugues de Payns, quien recorre el oriente acompañado por un pequeño grupo de caballeros en pos de las claves secretas que dejaban entrever los libros sagrados.
El reconocimiento oficial como orden no llega hasta 1128, en el concilio de Troyes, donde los Templarios se ofrecieron para guardar los caminos hacia los santos lugares, proteger a los peregrinos de los musulmanes y vigilar las cisternas de agua potable.
El status de cuerpo armado les permitió ser respetados en un tiempo en el que la vida de un hombre tenía un valor insignificante.
Partiendo de su cometido inicial de guardianes de la cristiandad, sus actividades se fueron ampliando, explotando el prestigio conseguido gracias a su lucha por conservar Tierra Santa y reconquistar la Península Ibérica.
Su fuerza se extendía a medida que se ampliaban sus dominios, como producto de las donaciones de reyes y nuevos caballeros que hacían un voto de pobreza personal, además de los impuestos y rentas procedentes del comercio de ultramar y del mercado de la sal.
Su poder fue más instrumental que formal, pero su influencia era inmensa. Llevaban el control financiero de la economía medieval y la movilización y salvaguarda de los recursos espirituales proscritos. Al hilo del invento veneciano de la letra de cambio, la orden creó su propio sistema bancario, mediante el cual cualquier peregrino, comerciante o viajero, podía depositar el dinero preciso para su viaje en la encomienda templaria más próxima, recibiendo un pagaré con el que retirar la cantidad necesaria en cada momento en las sucesivas encomiendas, prioratos o castillos que estuvieran en su ruta. Este sistema favoreció la peregrinación a Santiago y Tierra Santa y propició el desarrollo de rutas comerciales seguras en el agitado mundo medieval.
Con el transcurso del tiempo esta actividad se extendió y los templarios se convirtieron en prestamistas de reyes y nobles, llegando a tener en sus manos joyas y tesoros reales como aval de fuertes sumas en metálico.
La fuerza de la envidia
Algunos autores opinan que el poderío económico del Temple y sus relaciones con los gremios de constructores y canteros hicieron posible la realización de las grandes catedrales góticas. Otros sostienen que ese dinero procedía de los beneficios obtenidos por la Iglesia en sus explotaciones ganaderas.
Como posteriormente sucedería con los judíos, su riqueza fue una de las causas de su caída. El rey de Francia, Felipe IV El Hermoso, que les debía una gran suma de dinero, herido en su amor propio por no ser aceptado como caballero, les denuncia por realizar prácticas impuras y heréticas. La orden es ilegalizada en 1312 por el papa Clemente V en el concilio de Viena y su último maestre, Jacques de Molay, muere en la hoguera un 18 de marzo de 1314 frente a la catedral de Notre-Dame. En España se producen procesos paralelos celebrados en Salamanca y Tarragona, en los que se demuestra su inocencia aunque se confiscan todos sus bienes, que pasan a engrosar el patrimonio de otras órdenes de caballería como las de San Juan, Calatrava, Santiago o los Hospitalarios. Ellos se ocuparán de borrar con un manto de ortodoxia las huellas dejadas por los caballeros. Pese a su extinción, algunos elementos prosiguen con su empeño y forman en Portugal la orden del Cristo, que tuvo mucho que ver con los avances en la navegación de los lusos, mientras que en Aragón fundan la orden de Montesa.
Los templarios, con sus conceptos religiosos, intentaron influir positivamente un mundo lleno de carencias e injusticia.
Su pretendida lucha por la igualdad se estrelló contra el carácter mesiánico de su movimiento, que en sus últimos tiempos cayó en muchos de los vicios feudales que deploraba.
El caudal de conocimientos que atesoraban desafió a todos los poderes establecidos, pero su fuerza se volvió contra sí. El mensaje templario fue destruido y sus símbolos permanecen sin descifrar, trazados en un tiempo en el que discreción significaba supervivencia.
Sus misteriosas construcciones parecen guardar un camino invisible, el camino interior que todos podemos recorrer para ser mejores.

lunes, 2 de agosto de 2010

MATILDE ASENSI




MATILDE ASENSI, de su libro
"PEREGRINATIO"


En Villalcázar de Sirga, también llamada Villasirga, entrad sin angustia, pues es una vieja encomienda templaría que aún no ha sido abandonada del todo por sus antiguos dueños. Haréis noche allí, en el Hospital Real, donde seréis cumplidamente atendidos, pero al promediar la noche, Jonás, y según ya sabes, deberás estar en pie y listo para ser llevado a la magnífica iglesia de Santa María la Blanca. Déjate impresionar, hijo mío, cuando llegues a los pies de la escalinata que te conducirá al templo. Dicen los freires que no hay iglesia más bella que ésta, que algo se te enrosca en la garganta cuando la ves por fuera y aún más cuando entras. Observa que, contrariamente al resto de iglesias, ésta no está orientada hacia el este sino hacia el sur y piensa qué puede haber motivado una decisión tan fundamental por parte de sus maestros constructores. Sus marciales torreones te aplastarán contra el suelo y su portada, ricamente labrada, te mostrará muchas cosas que ya serás capaz de comprender por ti mismo. Cuando te halles en su interior, tus acompañantes te llevarán hasta la Capilla de Santiago, donde entrarás por la puerta de privilegio y, una vez allí, observa bien la imagen de la Virgen blanca que, estoy seguro, te parecerá tan hermosa como le pareció al rey Alfonso, el décimo de su nombre, apodado el Sabio, quien le dedicó doce de sus famosas Cantigas. Frente a uno de los tres sepulcros que verás, el de un caballero sin nombre —los otros dos son realmente el de Don Felipe, hermano del citado rey Alfonso, y el de su mujer, Doña Leonor de Castro—, serás ceñido con un rico cinturón blanco cumpliendo así el quinto grado de tu iniciación. El sepulcro, en realidad, guarda los restos de alguien muy importante para los caballeros de Cristo y esa noche sabrás de quién se trata, pero, dadas las circunstancias que atraviesa la Orden, pronto será vaciado y se grabará algún nombre falso en su losa. El rito en el que serás ceñido te comprometerá a ser noble y virtuoso en tus relaciones con las damas y doncellas, a las que jurarás defender y respetar hasta el límite de tus fuerzas. El cinturón nunca deberás llevarlo delante o detrás sino ponerlo a diestra o siniestra y anudará firmemente tu corazón, cosa que, por otra parte, te hace mucha falta. Pero no temas, pues en absoluto serás privado de los placeres de la carne por ningún juramento o promesa de castidad. Esto es algo que va más allá y esa noche lo comprenderás.

viernes, 30 de julio de 2010

RESEÑA SOBRE VILLASIRGA (El Pasiego)





ESTA RESEÑA ESTÁ TOMADA DEL SIGUIENTE ENLACE:
http://elpasiego16.spaces.live.com/?_c11_BlogPart_BlogPart=blogview&_c=BlogPart&partqs=amonth%3d4%26ayear%3d2009

QUE PUBLICA ADEMÁS UNA FOTOS MUY BUENAS.

Hasta la próxima población de Villalcázar de Sirga, el camino coincide con el trazado de la carretera. Villasirga, -que así es como la llaman los del lugar- es un pueblo sitiado por un desconcertante buen gusto, particularmente bien cuidado. Esto se ve antes de entrar, te anuncia que es diferente, reta a la Tierra de Campos a que pueda con él y que se abandone al estío. La chulería de Villasirga es más, es orgullo peregrino y altivez templaria. Lo simbólico que tiene el Camino se manifiesta en este lugar con un descarado aviso.

Villalcázar de Sirga no estuvo en sus orígenes en el camino de peregrinación que se dirigía a Compostela, ya que desde Frómista a Carrión se pasaba en principio por la cercana villa de Arconada, pues existía allí un importante hospital fundado por el conde Gómez Díaz en 1047. Tiempo después, la ruta se modificó y la imagen de la Virgen Blanca convirtió a la localidad en uno de los centros marianos más importantes del Camino.

Destaca por su monumentalidad y riqueza la iglesia de Santa María, aunque en la población durante el medievo se levantaron también los templos de San Pedro y San Cebrián. Al encontrarse en la ruta jacobea no podía faltar la existencia de varios hospitales; de entre ellos, era bien conocido el perteneciente a la Orden de Santiago, ubicado en la villa desde 1527.

Bajo un gran pórtico construido en el lado meridional se encuentran dos grandes portadas de acceso al templo; destaca la que da paso a las naves. Está levantada en el siglo XIII, cuenta con cinco arquivoltas apuntadas ricamente decoradas con ángeles y personajes. Sobre ella un gran friso, de similar cronología que presenta en su parte superior un Pantocrátor rodeado por el Tetramorfos y por un apostolado. En el inferior, una Epifanía junto a la Anunciación.

Destacar uno de los retablos dedicados a Santiago Apóstol, en una talla del santo con los atributos de peregrino y varias pinturas que presentan escenas de su vida y milagros. Santa María la Blanca está en lo más alto del pueblo, y no sabe si es gótica o románica, pero envenena y emboba al caminante. Sus piedras, están bordadas más que esculpidas.

Aquí la historia recuerda a los Templarios, la literatura a las Cantigas de Alfonso X el Sabio y el arte se hace transición entre el románico y el gótico, en el templo construido en el siglo XIII, con tres naves dedicado a la Virgen Blanca. Una vez dentro no sabe uno que admirar más, si el espléndido retablo de tablas castellanas o los sepulcros policromados donde reposan sus agitadas vidas el Infante don Felipe, hijo de Fernando III el Santo y su segunda esposa doña Leonor, con soldados templarios saludando desde el bajorrelieve de sus basas.


Villasirga se ha convertido en enclave esencial en el Camino de Santiago para los peregrinos, pero igualmente se ha convertido en apreciado lugar de peregrinación "gastronómica". Pablo el Mesonero consiguió con su buen hacer y su capacidad para convertir una cena en algo más. Tanto es así, que Pablo Payo se ganó el aprecio de propios y extraños y el merecimiento del recuerdo plasmado en un monumeto en su honor junto al mesón que fue su vida en la plaza del pueblo.

El Camino sigue en dirección a Carrión de los Condes de donde nos separan apenas seis kilómetros. La senda sigue paralela a la carretera general por una inmensa llanura que sólo se empina cuando llegas a la villa. En el siglo XII Carrión ya era una etapa importante dentro del Camino de Santiago, con cuyo motivo acudían gran cantidad de peregrinos, por lo que surgieron numerosos hospitales.

El Camino entra en Carrión justo por la puerta de la muralla que nos lleva hasta la iglesia de Santa María del Camino, construida hacia 1150 durante el reinado de Alfonso VII y es la iglesia más antigua de la ciudad. Desde su construcción, la iglesia se dedicó a la Virgen de las Victorias, aunque no ha quedado claro si se refiere a la victoria sobre los moros cuando sucedió el célebre "milagro de las cien doncellas", o bien a la de Bermudo I sobre los moros, o bien a la de Alfonso III, quién celebró en Carrión su victoria sobre los musulmanes en Zamora.
He encontrado otra página que tiene noticias y fotos sobre Villasirga muy interesante. Si tenéis curiosidad, este es el enlace.
http://elpasiego16.spaces.live.com/?_c11_BlogPart_BlogPart=blogview&_c=BlogPart&partqs=amonth%3d4%26ayear%3d2009

jueves, 29 de julio de 2010




Si queréis conocer una noticia curiosa sobre Villasirga Seguid este enlace:

EL LIBRO DE VILLASIRGA




Hace ya muchos años, tantos que apenas puedo recordarlo, siendo muy pequeñito, vi por primera vez la iglesia de Villasirga y el impacto de su visión no se ha borrado todavía de mi recuerdo.

Porque yo nací en este pueblo, pero siendo de pocos meses se trasladaron mis padres a vivir a Arconada. No sé cual fue el motivo por el que con esos pocos años volví a Villasirga, pero lo que si recuerdo con toda nitidez es la mole imponente de las piedras del edificio de la iglesia.

De vuelta a casa, aquella noche soñé con castillos gigantes de piedra, torres almenadas, saeteras... sueños infantiles mezclados con fantasías sacadas de no se que regiones ignoradas.

Pasaron varios años en que aquella visión y aquellos sueños no se fueron de mi memoria. Por eso cuando con ocho años cumplidos volvimos a vivir a Villasirga, pude contrastar aquellas fantasías de sueños con la realidad tangible y creo que la realidad corría pareja con la fantasía.

Siempre que pasaba junto a la iglesia dejaba explayar mi imaginación y la rodeaba por completo con la vista fija en sus pétreos muros. Cuando entraba en su interior me extasiaba viendo aquellas columnas tan enormes y las bóvedas tan bien construidas. No podía concebir el sistema utilizado para su construcción y me admiraba pensando en qué andamios habían utilizado los hombres antiguos para tan gigante obra.

Entre los chicos de la escuela hablábamos del tema y había quien contaba una teoría, que quizás había escuchado de personas mayores: Decían que para construir la iglesia no necesitaban andamios pues tenían un método que consistía en ir rellenando de tierra la obra a medida que la iban construyendo y cuando ya estaba acabada la vaciaban y solucionado.

Todavía había un problema, ¿cómo trasladaban las piedras desde lejos, ya que en Villasirga no había canteras? Pues con carretas de bueyes.

Nos llamaba mucho la atención el pozo que hay dentro de la iglesia. Había quien contaba que desde allí había un pasadizo que comunicaba con la bodeguilla y que por allí se escapaban los monjes de la iglesia cuando les perseguían.

Recuerdo cuando me acercaba a los sepulcros y los curioseaba fascinado queriendo entender aquellas figuras que me parecían como de seres fantásticos de aventuras. Sobre el sepulcro de Don Felipe había un cartel muy bien rotulado explicando quienes eran los que estaban allí enterrados: Decía que eran los sepulcros del Infante Don Felipe quinto hijo de Fernando III el Santo y de su segunda mujer Doña "Inés". Si, recuerdo que decía Doña Inés.

Vivíamos en el arrabal y cada día contemplaba la mole de la antigua parroquia de San Pedro y siempre me ha acuciado la curiosidad de saber como es por dentro ese edificio. Por fin después de muchos años he podido saciar ese deseo y sigo pensando en que tan meritorio edificio debería tener un destino más digno que el que en la actualidad tiene.

A la edad de catorce años me fui de Villasirga llevándome esa añoranza de los años infantiles. He vuelto muchas veces, pero solo en cortas temporadas. Durante estas visitas mi afición preferida ha sido contemplar la iglesia, hacer fotografías y disfrutar de su belleza.

En las ausencias he mantenido la afición de recoger cuantos testimonios escritos o gráficos he podido encontrar. Mis posibilidades no han sido muchas, pero confío que de aquí en adelante, una vez libre de las obligaciones que hasta el momento me han tenido ocupado, pueda, con más tiempo libre, conseguir todos los testimonios que haya escritos sobre Villasirga.

Mi intención es reunirlos todos en un volumen esperando que algún día sirvan de fuente para otros estudiosos o entusiatas de la historia de Villasirga que con ellos puedan ilustrarse y animarse a completar la labor por mi emprendida.

Siendo, pues, esta mi intención y reconociendo que no soy un entendido del arte ni perito en historia, me he limitado ha hacer las puntualizaciones que mi buen entender me ha dictado, procurando ser un poco coherente en las apreciaciones y comedido en las fantasías con que, en algunas ocasiones, hay que suplir lo que no se sabe con certeza.

Esperando contribuir a que otras personas, sobre todo si son de Villasirga, se entusiasmen como yo con las glorias que nuestros antepasados nos legaron, he hecho este trabajo del que me siento muy orgulloso.

Madrid, marzo de 1.992

Tomás Alonso González
Con esta presentación empecé en su día lo que hoy os presento.